Un nuevo peritaje elaborado por expertos de la Policía Federal reveló que la bala que disparó el policía comunal Luis Chocobar y mató al ladrón que había asaltado y apuñalado a un turista en el barrio porteño de La Boca en diciembre de 2017, primero rebotó en el asfalto.
El peritaje que fue incorporado al expediente podría beneficiar a Chocobar, ya que indica que el policía no tiró directamente a matar cuando el 8 de diciembre último le disparó al ladrón Juan Pablo Kukoc (18).
El martes pasado, la Corte Suprema de Justicia había desestimado, por unanimidad, un recurso de queja presentado por la defensa de Chocobar, por lo que quedó firme su procesamiento y a un paso de ir a juicio oral.
El nuevo peritaje fue elaborado por expertos de la Unidad de Alta Complejidad de la Dirección General de Criminalística de la Policía Federal Argentina.
De acuerdo a la pericia, Kukoc recibió dos impactos, uno de ellos, "horizontal", en el muslo izquierdo, que le fracturó el fémur y lo hizo caer, y el restante, el mortal, en la zona de la baja espalda.
La aplicación de la “doctrina Chocobar” preocupa a una ONG"Respecto al disparo que recibiera la víctima en región posterior del flanco derecho, y considerando el resultado de las pruebas realizadas, se informa que el mismo resulta compatible con el originado por un proyectil que ha sufrido una desviación de trayectoria por rebote", consignó el informe.
La clave para establecer que la bala había sufrido un rebote previo a ingresar al cuerpo de Kukoc estuvo en el análisis de las deformaciones y marcas que presentaba el proyectil.
"Se está cambiando la doctrina de que policía que disparaba iba preso", y otras frases que usó Bullrich para defender a ChocobarEl peritaje -que tuvo en cuenta en análisis cuadro por cuadro de los videos del hecho, la reconstrucción del hecho y hasta las pericias en laboratorio a las ropas de Kukoc-, también concluyó que "la carencia de elementos de los residuos de la deflagración de la pólvora en las prendas peritadas" permitieron determinar que Chocobar no tiró a quemarropa sino a una distancia "superior a 100 centímetros".
En enero, el juez de Menores 1, Enrique Velázquez, había procesado al efectivo por "homicidio agravado por uso de arma y en exceso de la legítima defensa" y trabado un embargo de 400.000 pesos sobre sus bienes.
Cuando se conoció esa medida, el policía recibió el apoyo del presidente Mauricio Macri, que incluso lo recibió en la Casa Rosada, y del jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Luego, llegó la confirmación de la Cámara del Crimen, que modificó la carátula a "homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber", que prevé una pena máxima de 5 años de prisión. Pero el agravante del uso de arma eleva tanto el mínimo como el máximo en un tercio y recibiría una pena mayor.